31 de marzo de 2010

Razones para desear haber nacido italiano (a veces)

En medio del dolor,  encuentro unas palabras de Silvio Berlusconi, primer ministro italiano y lider de la formación Popolo della Liberta', que, de alguna manera, alivian: 

"En nombre del Gobierno italiano quiero expresar a Benedicto XVI todo el afecto, la cercanía y la solidaridad que tiene hacia él nuestro pueblo. Nuestra gente, de hecho, sabe distinguir entre los errores humanos, de los que la historia está llena, y los enormes frutos del bien que han nacido y siguen naciendo de la raíz cristiana".

Hay otras palabras reconfortantes de Mariano Rajoy, líder del Partido Popular, formación del centro derecha español (que es el lugar político en el que nos encontramos -debe de ser por casualidad- la inmensa mayoría de los católicos romanos españoles), que dicen... que dicen... que dicen... un momento... las tenía por aquí... o no... ah... lo mismo es que no... las habré soñado... un momento... seguro que ha dicho que... pues no... vaya... qué faena... a ver si en este papel... no... sí... no, qué va... ¿se las habrá comido el perro? Perro malo, perro malo, escupe eso... Ah, no, que es la txustarra de una manzana... Perro bueno, perro bueno... deja de gruñir...

Pues habrá sido Ana Mato... ah, que no... González Pons... tampoco... Rudi... no... Cayetana Álvarez... nada... Nacho Uriarte, Ramón Moreno, Jorge Moragas... nada.
Qué raro.

A ver si ha sido María Dolores de Cospedal y estoy aqui tonteando... eeeeehhh... no. Esperanza Aguirre... ¡tampoco! Soraya, seguro que Sáenz de Santamaría ha dicho algo... upsi. pues nanay. ¿Habrán sido los periféricos? Sánchez Camacho... no, tampoco. ¿Oyarzábal? No ha dicho ni Pamplona. Ana Pastor, Cañete, Basagoiti... no, no y no.

Será que están muy ocupados.

30 de marzo de 2010

Mike, el pollo sin cabeza (un símil)

Todo empezó cuando en 1945, un granjero, el señor Olsen, tomó el hacha y eligió a un pollo para zampárselo. Su elección fue “Mike”, un pollo de cinco meses y medio. El hacha bajó, Mike fue decapitado y se fue andando de regreso al gallinero. El granjero Olsen, asombrado, alimentó a Mike hasta su muerte con una mezcla de leche, agua y maíz y se lo llevó de ferias. Mike fue un pollo productivo: en año y medio ganó un millón de los de ahora. Cuando murió, la autopsia reveló que el encéfalo y uno de sus oídos estaban intactos. Eso sí, jamás pudo cantar al alba.

¿Y esto a qué viene? Es un símil.

El País debe de tener un problema

¿A qué periódico se le ha ocurrido relacionar en una misma información de poco más de 30 líneas a los ocho paletos del Hutaree con un pirado con estrés postraumático como Timothy McVeigh, un movimiento cívico intachable como los Motines del Té (Tea Party), la Milicia de Michigan, la ex candidata a la vicepresidencia Sarah Palin y un matemático enloquecido como el Unabomber?

Alucinas: ha sido El País.

La pesadilla, actualizada, es de las gordas


Corro a por una dormidina porque esto no hay quien se lo duerma.

Oro parece, platano es...


"She bangs, she bangs
Oh baby when she moves, she moves
I go crazy 'cause she
Looks like a flower
But she stings like a bee
Like every girl in history."

Vaya, ya no hay manera de que me pueda creer la letra... Uuuh, qué sorpresón, zzzz, zzzzz... Hala, a mimir...

26 de marzo de 2010

Los niños sueñan con ser carniceros

Hace unas semanas leí que al Atlético de Madrid (¡aúpa!) había llegado otro argentino macanudo. Un jovencísimo enganche que promete tardes de gloria. Y por eso, y porque soy del Atleti, me arrimé a una especia de biografía que le escribió un diario deportivo madrileño (no es que no quiera poner cuál, es que no me acuerdo) y leí: “Hijo de un vendedor de colchones y de una camarera en Avellaneda, el Toto Salvio soñaba con ser carnicero hasta que descubrió su maestría con el balón”.

“Soñaba con ser carnicero”. ¿Hay algo más peligroso que un periodista deportivo al que le da por ponerse lírico-trascendente? Y me contesto: sí. Cuatrocientas pirañas hambrientas son mucho más peligrosas. Era una pregunta retórica.

Adenda: Ayer el Athletic fue bastante mejor equipo que el Atleti y no mereció perder. Jojojojoojajaaaaa, ay, qué jartá de reír...

25 de marzo de 2010

Hasta que cambié a Mac, tenía esta sensación



(Aviso: este vídeo sólo es apto para su comprensión por aquellos sujetos comprendidos entre los 30 y los 45 años, más o menos).

El secreto está en tener sólo un hijo

Unos lunes ha, a la hora del té, andaba yo a mordisco limpio con un pastel de jengibre (ese día me había levantado inglés) mientras hojeaba con cierta distancia el suplemento “Mujer Hoy” del ABC.

Detuve el ataque al pastel cuando llegué unas páginas sobre “Las reinas de la comunicación” en las que presentaban al lector los perfiles de cinco directoras de comunicación (de éxito) de empresas (de éxito).

Cuatro de esas mujeres tenían (tienen) sólo un hijo cada una. La quinta, ninguno.

"Pan para hoy y hambre para mañana", me dije a mí mismo mientras le atizaba un viaje al pastel de jengibre.

La pasada noche tuve una pesadilla terrible

Son las seis de la mañana, minuto arriba, minuto abajo. Me despierto de golpe. Estoy incorporado en la cama. Alguien grita. Por eso me despierto. El que grita soy yo. Estoy empapado en sudor, el corazón me galopa a ritmo de taquicardia y tengo los músculos en tensión y las manos crispadas...

Me derrumbo en la almohada y respiro agitado. Trato de tragar la saliva que no tengo. Habrá sido una pesadilla, sólo eso y nada más. No la recuerdo. Rezo un avemaría (me ayuda) y noto que me relajo.

Me abandono. El sueño me arrastra, pero antes digo en voz alta:

"¡El presidente Zapatero está enfadado, y con toda la razón del mundo, porque todavía no sabe que el majadero de Mayor Oreja ha acertado!". Entonces, abro un instante los ojos y digo en un suspiro: "¡Joder con el subconsciente y la duermevela!".

Me vuelvo a dormir. Buenas noches y buena suert... zzzzz... (no, no ronco).

24 de marzo de 2010

Lo malo de leer es que a veces llegas al cuarto párrafo

Leo el titular: "Adiós a las 'vacaciones parlamentarias' de enero y julio en el Congreso".

Pero como soy de natural impulsivo, persisto en la lectura hasta el cuarto párrafo y me encuentro con que:

"...el pacto alcanzado abre la vía para que los diputados puedan acudir a sesiones plenarias en enero, al menos una, y en julio, en dos ocasiones, si bien los detalles de la decisión adoptada se harán públicos esta tarde.".

En la fotografía superior, dos diputados salen del hemiciclo.

Madre sólo hay una y la mía ha escrito otro libro

A Angelina Lamelas le gusta el cuento, el relato. Le gusta con pasión, y se nota. También le gusta escribir poemas y cuentos infantiles, pero nada como sentarse a la orilla de sí misma y dejar que le vengan las palabras de un relato como las olas al Sardinero. A veces no es tan fácil; a veces hay que luchar con las palabras a brazo partido, y otras, el mar es un deseo que no rompe contra su casa de Madrid, y hay que soñarlo. Cualquiera, aunque no un cualquiera, que tenga la suerte de conocer a la autora, se dará cuenta de que en el fondo de sus ojos lleva un cuento. Puede ser un cuento furtivo, inconcluso, escorado a estribor, incipiente, abandonado, pero ahí está. Yo he observado (porque tengo la suerte de haberla conocido desde antes de nacer), cómo pone sordina a las sugerencias de amigos bienintencionados que le recomiendan con fervor que escriba una novela: “Los cuentos tienen fama de difíciles y tú ya has demostrado que eres una experta; pero ¿por qué no escribes una novela…?”.

Angelina Lamelas ha vuelto a decir que no, y se asoma a la actualidad literaria con cincuenta cuentos, cincuenta relatos vivos, sugerentes, magistrales, a los que se les nota felices de salir juntos en una cuidada edición de la editorial Palabra en su primera incursión en la Literatura con ele adulta. La vida casi entera ha pasado por su autora y, seguramente por eso, a medio camino de este volumen, se vuelve hacia la infancia y adolescencia, y reúne diez cuentos de “La edad del pavo” inéditos para que a esta foramontana –¿alguien sabe de un santanderino que no hable con pasión de su tierra?—no se le escape del todo Santander, la calle de Castelar, Puertochico, los raqueros y las trenzas.

Pero hay cuarenta cuentos más que transcurren con fondo de otras vidas: seres humanos de aquí y de allá, que se despiertan en Galicia, Argentina, Chile, Madrid, Alicante, La Habana… Desde “Jonás”, el adolescente que iba todas las mañanas al Instituto en una de las lanchas que hacen el recorrido diario Pedreña-Santander, y le trajo a Angelina Lamelas la Hucha de Oro de Cuentos en 1971, a la porteña a quien puso voz y acento en “Calle Maipú”; “Silvestre Normal”, que logra abandonar el colegio especial; la emoción de “El Paraíso deshabitado”, Premio de la UNED en 1995; la gallega que rememora en “La mecedora”, allá, en Buenos Aires; el rubor de la recién casada en “El desliz”…

Medardo Fraile, el más grande de los cuentistas españoles según le describió Monterroso, bendice en el prólogo los “Cuentos de la vida casi entera” de Angelina Lamelas, con palabras que ella guardará para siempre: “Son cuentos para corazones grandes, en los que palpita el goce irresistible de la vida. Estos cuentos están escritos con una belleza deslumbrante al alcance de todos, con humor, soberana gracia, precisión ejemplar, originalidad gozosa, y andan con paso de pies de ángel”.

Coda: Vosotros lo compráis, lo leéis y si no os gusta, os devuelvo el dinero.
 

A ver si dejan de comerse a los perros


Salvo el protagonista de “El Perfume” y un servidor, todos los seres humanos huelen a algo y van por ahí dejando un rastro de aromas. Da igual si buenos o malos (hay cada pedazo de cerdo…). Y aquí entran los chinos, que aseguran que un criminal puede borrar sus huellas, limpiar la sangre, fundir el arma, comerse el cadáver… pero ninguno conseguirá hacer desaparecer el olor que ha dejado en la escena del crimen. Y por eso han puesto en marcha un registro sobre olores corporales con fines policiales. La noticia me ha alegrado, porque así, lo mismo, le encuentran la utilidad a los perros y dejan de comérselos.

Caviar para princesas pobres

La pasada nochevieja, más de cien vagabundos y desarrapados, personas con tantos problemas que no hay perchero que los aguante, cenaron blinis de caviar en un albergue de Brooklyn gracias a un anónimo benefactor.

Habrá quien piense que dar caviar en un comedor público es un despilfarro estúpido. Y puede que lo sea. Pero he sabido que le preguntaron a una vagabunda qué le había parecido, y ella respondió que “durante un minuto, me sentí como una princesa”. No dijo que le hubiera gustado el caviar, una comida difícil en el país del culto al ketchup; no mencionó la textura de las huevas de esturión, ni habló del toque sutil de las levísimas crepes y la mantequilla ni de la alegre acidez del limón que dan al sentido del gusto la plenitud de su nombre. Al tomar caviar, aquella mujer se sintió como una princesa.

En el fondo, a los conservadores como yo, que sólo somos el 95 por ciento de la masa de la derecha española, nos gusta que haya sanidad universal. Sé que a los liberales, no. Y es posible que tengan razón (los liberales siempre la tienen)... Pero si me paro a pensar muy, pero que muy despacio, hay veces que tener sanidad universal debe de ser algo parecido a tomar caviar.

23 de marzo de 2010

¡Dios mío! Ya han pasado 20 años...


Depende del cristal (ocho miopías) con que se mire

¿Cómo se le llama a un civil que lleva armas de guerra, que está en territorio hostil y que realiza ciertas funciones que los militares no quieren o no pueden hacer? Antes, eso era un mercenario; trabajo en el que destacaban los hijos de perra y que era como ser de la Legión francesa, pero sin tener que decir “oui”. Al cabo de los años, al mercenario se le llamó “contratista” y trabajaba en empresas con nombres malvados: Blackwater, Executive Outcomes, DynCorp... 

¿Cómo se les llama ahora? “Agentes de Seguridad Privada”. Ya no son malos —porque son nuestros— y navegan en pesqueros.

22 de marzo de 2010

Harry Potter y su birria de hechizos

Dos porquerías de conjuros:

Aqua Eructo: Invoca un potente chorro de agua para apagar fuego, o criaturas de este tipo, como cangrejos de fuego, salamandras de fuego, antorchas encantadas, etc.

y Aguamenti: Sirve para llenar de agua pura cualquier recipiente o expulsarla desde la punta de la varita.

Obertura para una momia de ochocientos años

Toda la vida creyendo que era Pedro III de Aragón, también llamado "El Grande" y resulta que era Pere el Gran.

Y cito:

"Pere el Gran vivió como un rey. Su salud era muy buena [¿en el momento de su muerte?] según revela el primer estudio de los restos parcialmente momificados tras la obertura de su tumba".

obertura.

(Del fr. ouverture).

1. f. Pieza de música instrumental con que se da principio a una ópera, oratorio u otra composición lírica.

18 de marzo de 2010

139 años y pico, y no sabemos qué pasó


El otro día leí unas cifras estremecedoras. Las comparto: el sumario del atentado se tramitó durante quince años, se procesó a 108 personas, de las que 18 murieron “prematuramente”, tres de ellas asesinadas sin más. La causa tenía 11.247 folios y casi tres mil más dedicados a resolver recursos de apelación. Providencias: 777. Hubo 2.485 declaraciones y se celebraron 89 careos. Y todo esto sin mencionar las piezas separadas. Y así, hasta que la causa por el asesinato de Juan Prim i Prats (Reus, 1814; Madrid, 1870), general y presidente del Consejo de Ministros de España, fue sobreseída. Su asesinato quedo impune y no pasa nada; nadie mueve un dedo. Silencio absoluto.

17 de marzo de 2010

¿Por qué ha muerto Pingping?

¿Por hablar como un Jawa? ¡No!

Por fumar, claro.

Lean esto y tendrán de qué hablar

Entre las 00,00 horas y la una de la mañana, esta era la importancia que la Redacción "online" de los grandes periódicos franceses daban a la noticia de la muerte del policía francés en un enfrentamiento con un pistolero de ETA:

En Le Figaro era la séptima noticia (despacho de AFP: "membres présumés de l'organisation séparatiste basque ETA").
En Le Monde era la décimotercera noticia, aunque titulada "Un policía asesinado por un ladrón en Dammarie-lès-Lys". En el tercer párrafo, al final, hablan de una "pista vasca".
En Libération ni estaba. Bueno, sí, pero en "últimos despachos". Allí cuentan que "Un policier tué en Seine-et-Marne lors d'une fusillade avec des personnes parlant basque".
En France-Soir no hallé rastro de esa noticia.
Nada en La Croix.
En L'Humanité, ni una línea.
En Le Parisien era la primera noticia, pero con el siguiente titular: "Un policier tué par des braqueurs en Seine-et-Marne", o sea, "asesinado por ladrones". Ninguna mención a ETA en primera página. Cuando la cita, es una "organización separatista vasca".
20 Minutes: Es la primera noticia. Peeeeeeeero... "Un policía asesinado por un ladrón en Dammarie-les-Lys". Dentro de la información cita que "los malhechores estarían ligados a la organización separatista vasca ETA".

Desengañémonos. ETA es nuestro problema, no el de esos inglourious basterds (on français).

16 de marzo de 2010

Recuerdo la primera vez que salté en paracaídas


El alivio enorme de ser del Atleti

A veces, sólo a veces, aunque muchas veces, las más de las veces, siento un alivio (y una felicidad) enorme por ser del Atlético de Madrid y no, por ejemplo, del Barça.

Aunque a veces me dan ganas de hacerme del Espanyol.

Sobre la tumba de Groucho Marx


El 99,999 por ciento de la humanidad, tirando por lo bajo, sabe que en la lápida sobre la tumba de Groucho Marx se puede leer el celebrado epitafio: “Perdone que no me levante”, y un escaso 0,001 por ciento sabe que en realidad no pone nada de eso; sólo está esculpido su año de nacimiento, el de su muerte y su nombre firmado con una estrella de David.

Pues eso es lo mismo que pasa con don José Bono: que el 99,999 por ciento de la humanidad, tirando por lo bajo, sabe que es católico practicante…

15 de marzo de 2010

Esto no tiene nada que ver con Delibes

Con un cáncer terminal enroscado al alma, el insigne prohombre fue a la Redacción y le pidió al director que le presentara al encargado de escribir su obituario. El director le presentó a su mejor escritor de necrológicas. “Mire, joven –dijo el prohombre—, una vida puede quedar arruinada por un mal obituario y un mal funeral. He conseguido que el cardenal Windermere, el poeta, celebre mis exequias y ahora quería asegurarme de que usted fuera consciente de su responsabilidad. Nada más quería decirle. Buenos días”. El prohombre salió del periódico, esperó el semáforo y cruzó la gran avenida. Al otro lado oyó a un vendedor de prensa vocear: “¡Muere el cardenal Windermere!”. Entonces sintió cómo su corazón se detenía y se derrumbó de lado. Lo último que vio fue al escritor de necrológicas cruzar la calle corriendo, sin mirar, con su sombrero en la mano y cómo se lo llevaba por delante un tranvía. Y el prohombre, que estaba preparado para decir algo glorioso como despedida, dijo algo impropio: “¡Mierda!”.

14 de marzo de 2010

Cuatrocientos aficionados clandestinos

Josep llegó a la una de la mañana al polígono industrial en Tarrasa y vagabundeó por las calles desiertas hasta encontrar la nave 15 y la rodeó hasta hallar una puerta con un ventanuco. Llamó con los nudillos: “U-na co-pi-ta de o-jén”. Era un melodramático. El ventanuco se abrió con furia y unos ojos le escrutaron. “¿Quién te envía?” –dijo una voz gutural. “Me-me-me envía Ken” –tartamudeó Josep. Se oyeron dos cerrojos. El matón le gruñó mientras sujetaba una cortina que daba paso a otra puerta. Jacinto la abrió y entró en la nave. Olía a sudor y a puro habano, a serrín y a pis. En la grada rugían 400 personas. Oyó un clarín y unos timbales y vio salir al matador. En el centro de la arena, un toro zaino, enmorrillado y hondo sangraba por las banderillas y resoplaba sin perderle la cara al diestro. A los cinco minutos, Josep gritaba "¡Olé!” junto a 400 aficionados clandestinos. Dos orejas. Al cuarto toro entraron los Mossos d’Esquadra, pistola en mano, gritando: “¡Quietos! ¡Esto es una redada!”.

13 de marzo de 2010

Espero que no les toque la lotería

En 1868, cien años antes de mi glorioso nacimiento, un actor llamado Mariano Fernández compró un décimo de lotería. Le tocó una fortuna y volvió con un regalo para el lotero que le vendió el boleto. El regalo era una pistola cargada. “¿Para qué?”–preguntó el lotero. Y respondió el actor: “Para que me pegue usted un tiro a bocajarro si algún día vuelvo a comprar lotería”. Cuento esto porque el otro día vi a un diputado comprando unos decimitos. ¿Se imaginan por un momento que tocase la Lotería en el Congreso de los Diputados? Por el bien del cuello de sus señorías, espero que no.

12 de marzo de 2010

Bibiana Aído y la Purísima Concepción


Un buen día, un lunes cualquiera, Bibiana Aído cesará en su cargo de ministro y poco tiempo más tarde será condecorada, como todos los ex ministros, con la Gran Cruz de la Real y Distinguida Orden de Carlos III por sus “servicios relevantes a España”. La Cruz lleva sobrepuesto un óvalo de oro en cuyo centro tiene la imagen de la Purísima Concepción. La pregunta es: ¿cómo se para esto?

¡Noooooooooooooooo!


¡Oh, Dios! ¡Oh, Dios! Ahora que iba a renovar vestuario con la nueva colección de primavera.

11 de marzo de 2010

30 años después del 11 de marzo

Hoy es 11 de marzo. Tengo en un lugar de la biblioteca un volumen con los trabajos y las conclusiones de la Comisión Nacional (y paritaria) del Congreso de los Estados Unidos que investigó el 11 de septiembre. Tiene como 600 páginas (es de Barnes&Noble y lo compré en una pequeña tienda en Battle Creek). Del 11 de marzo no tengo nada. Sólo el recuerdo de que fue hace 30 años, o por ahí...

Hay veces que me ponen ante un espejo y mi reflejo no me gusta.

El Gran Gandhi


Se me cae un libro de mi enorme biblioteca, queda abierto por una página al azar y antes de que lo devore el perro lo recojo y leo que Gandhi dijo, tras entrevistarse con Mussolini en Roma, que “Il Duce” era “Un superhombre, alguien inalcanzable”. De inmediato, y en estado catatónico, me meto dentro de la chimenea y me rebozo en ceniza mientras me balanceo musitando: “No puede ser, no puede ser…”. Mi mujer llama a los del Samur y uno de ellos, para sacarme, me dice que no me lo tome a la tremenda, “que lo que pasa es que Gandhi era antisemita, cosas de aquellos años. A lo mejor es por eso que no le dieron el Nóbel de la Paz”. Reconfortado, salgo de la chimenea.

10 de marzo de 2010

Sobre monos y hombres

 
Leonard Darwin, hijo de Charles Darwin, fue presidente de la Sociedad Eugenésica Británica. Ya saben que la eugenesia es conseguir el perfeccionamiento de la especie por cualquier forma; una idea oscura y disfrutadísima por los nazis… La Sociedad Eugenésica la fundó Francis Galton, que era primo hermano de Charles Darwin, y se basó en la teoría evolutiva publicada en “El origen de las especies…”. O sea, que sin negar que el mono y el hombre vengan de un tronco común, hay que acercarse a las teorías darwinianas con inteligencia, que puede que empieces creyéndote un mono y acabes oliendo a ídem. Chamberlain, el que pactó con Hitler, también era eugenésico. Claro: era un mandril.

Échale las culpas a la derecha

¿Quién liberó a los negros de la esclavitud? Los republicanos. ¿Qué era Lincoln, el gran líder intelectual de Obama? Republicano. ¿Quién fue el presidente que más empeño puso en conseguir un Sistema Universal de Salud al estilo europeo? Richard Nixon. Además de watergático, ¿qué era Nixon?, ¿un amoroso demócrata? No, un maldito republicano. ¿Por qué no lo consiguió? Porque Ted Kennedy, de los Kennedy demócratas de toda la vida, se negó. ¿De quién será la culpa si Obama no lo consigue? Clarinete, de los republicanos.

9 de marzo de 2010

Grandes momentos del Periodismo


Pepa Bueno, en la entrevista a Zapatero de ayer, lunes: "Presidente, como apuntaba Ana Blanco, muchos ciudadanos han perdido su empleo... Otros muchos, no.".

Cuento pirata

Mukhtar oteaba el horizonte con los prismáticos. A su lado, cabeceando, estaba Derie, su hermano. “¡Un barco!”, gritó Mukthar mientras sacudía el hombro de Derie. Este gruñó: “¿De qué bandera?”. Mukthar levantó los prismáticos, bajó los hombros y musitó, decepcionado; “Francesa”. Derie se puso de lado, con la mano bajo el fusil. “¿Qué te he dicho de los franceses? Idiota”. Mukthar sacudió la cabeza. “¡Es verdad, soy un idiota!”, se dijo. Estaban al pairo, a una cuarta de la costa. Una hora después, con el fondo de ronquidos de Derie, Mukthar vio un pesquero estadounidense. “No le voy a despertar, se pondría furioso” -pensó Mukthar mientras miraba a Derie. Dos horas después, Mukthar se puso a gritar, loco de alegría: “¡Derie, Derie! ¡Es un atunero español!”. Derie se frotó los ojos, y abrazó a Mukthar. “¡Bien, hermanito! Ahora avisa a los demás. Y luego vas a casa y le dices a mamá que no venda la cabra... ¡Seremos ricos!”. Mukhtar gorjeó: “¿Y viviremos en Europa, di, Derie, podremos?”.

8 de marzo de 2010

¿A cuánto el kilo de marfil?



Una abogada negra de Harvard acaba de sacar un libro en el que aboga por las siempre complicadas relaciones interraciales con argumentos variopintos. Uno de ellos me ha dejado hablando solo. Resulta que en las grandes ciudades yanquis la proporción de mujeres negras con estudios superiores es de tres a uno con respecto a los varones negros. ¿La conclusión? La oferta de varones negros educados no cubre la demanda y hay que considerar otras opciones como… los varones blancos. Les prometo que no sé cómo tomármelo.

7 de marzo de 2010

7-M


Hacia 1920, y en la Albufera, de pocas cosas se hablaba. De amores, pescados, muertos, niños y malos padres. Las cuatro sabían lo que pasaba, pero ninguna lo dijo hasta que Amparo no pudo más y comenzó la cadena de escuchos y secretos. Se lo dijo a Esther, y Esther a Dolores y ésta a la niña Eulalia y esta a Amparo que se lo confirmó a Dolores. Un día, al volver del mercado, las cuatro coincidieron en el cruce del cañaveral, y sólo con mirarse supieron lo que tenían que hacer. Aguardaron una hora hasta que vieron llegar a Vicenta, la rodearon, le señalaron la barriga y le dijeron: “Che, Vicenta, sólo te queríamos decir que ese niño tiene que nacer”. Vicenta se puso grana y negó. Una de ellas le puso la mano en el hombro. “Ni una vez más, Vicenta. Este tiene que nacer, ¿me oyes?”. Vicenta se deshizo de la mano y se tambaleó hasta caerse de costado, y desde el suelo, con vergüenza y rabia, gritó: “¡Pero si es de tu marido!”. Ellas se encogieron de hombros y respondieron: “Que nazca, ¿eh?”.

5 de marzo de 2010

Y ya está dicho todo


La cagaste... estuvo mal,
pero cualquiera patina.
Lo que sobra aquí, chaval,
es la puta moralina.

(Monsieur de Sans-Foy)

Él pondrá la guerra


“Usted ponga las imágenes, que yo pondré la guerra (contra España)”

(William Randolph Hearst)

La historia oficial es conocida: Hearst manda al célebre ilustrador Frederic Remington para que “dibuje” la guerra que ha de venir en auxilio de los rebeldes cubanos y en contra de lo que queda del Imperio español. Pero Remington, ya instalado en La Habana, no ve guerra, no ve ni siquiera visos de guerra, y manda un telegrama a Hearst en el que informa: “Todo en calma. No hay problema alguno aquí. No habrá guerra. Deseo volver”. La respuesta de Hearst fue su "famosa" frase.

Pero esa no es la verdad. No hay constancia documental de que tales telegramas fueran cursados. Todo se basa en el testimonio de otro de los periodistas del New York Journal, James Creelman. Pero Creelman no estaba en Cuba, ni en Estados Unidos, sino que era el corresponsal en Europa en aquel tiempo y además era un redactor dado al embuste habitual en aquella época (lean “Noticia Bomba”, de Evelyn Waugh), que incluso se llegó a inventar en una crónica la fundación de una “Alianza secreta de Naciones Europeas que nacía con el objetivo de obligar a Estados Unidos a volver a su estatus de colonia británica”. Tampoco es probable que el servicio telegráfico español hubiera permitido que se enviara el telegrama. Y está el testimonio de Richard Harding Davis, otro periodista de Hearst en Cuba, quien en varias cartas a su madre se refirió a la marcha de Remington porque estaba asustado: “Es un buen compañero, pero se porta como un crío y hay que mimarle todo el tiempo. Tiene miedo de cruzar las líneas”. Con estos datos, la manipulación de Creelman es evidente. Pero, ¿con qué objetivo? No se sabe, pero da toda la impresión de que fue una forma de halagar al jefe.

4 de marzo de 2010

Pajaritas de papel


Francisco Cambó, aquel político conservador, tenía la costumbre de pasarse las horas en el Congreso fabricando pajaritas de papel que luego dejaba abandonadas en la bancada. Los cronistas parlamentarios, en demostración de que también trabajan poco (salvo Ignacio Peyró y un par más), en vez de afearle la afición al diletante colombófilo, organizaron un campeonato en presencia de Cambó. Al día siguiente, el abuelo del convergente Ignasi Guardans se presentó con una pajarita microscópica que sólo se veía con lupa y sentenció: “A mí no me vence un periodista”.

A lo que iba desde el principio: el otro día, Bono se reunió con muchos, decenas, cientos de prebostes periodísticos y les pidió que rebajaran las críticas sobre el asunto de lo que cobran/lo que trabajan/lo que merecen los diputados. "Hasta les insultan por la calle", dicen que dijo.

Comentario editorial: Pues qué suerte que sólo les insulten.

3 de marzo de 2010

La muerte, Pinocho y el hada azul


Poca gente sabe que menos de diez años después de que el hada azul convirtiera a Pinocho en un niño de verdad, el joven desarrolló una extrañísima enfermedad tropical que afectó a su sistema nervioso y que puso al ex muñeco de madera al borde de la muerte.

En sus últimos momentos, Pinocho llamó al hada azul y le pidió que le convirtiese otra vez en un niño de madera para así puentear la mortal enfermedad. El hada azul, con una mueca de disgusto, miró a Pinocho, encogió los hombros y se fue.

Esta historia no tiene moraleja. Salvo quizá que debemos tener cuidado con lo que pedimos.

2 de marzo de 2010

La verdad sobre Crepúsculo


Edward, el vampiro adolescente, miró a la mortal Bella y susurró: “No debemos estar juntos, sería un error”. Ella miró a sus ojos verde-pardo amelados y le dijo: “No quiero separarme de ti”. Edward la tomó de la mano y le señaló el sofá: “Tú descansa. Tengo que desangrar a un perro para beberme su sangre”. Bella hizo un mohín de asco. Edward volvió a hablar: “Oye, ¿qué prefieres: playa o montaña? ¡No, ja, ja, ja…! ¡Que era broma! Tendrá que ser montaña, y umbría por cierto; ya sabes que el sol no me prueba. No, a tu madre no la vuelves a ver, claro. ¿Hijos? Los vampiros no tenemos… ¡Oye! Lo mismo quieres comer algo. Lástima que yo no sepa preparar nada, que si no… Caray, ¿por dónde andará ese maldito perro? ¡Aquí estás, perillán! ¡Ven, no chilles! No me esperes despierta, Bella; sabes que nunca duermo. ¡Ah, si no te importase pasar un poquitín la mopa…! Es que servicio doméstico no tenemos porque nos daba por comernos a las fámulas … ¡Oye! ¿A dónde vas? ¿Y por qué me haces ese gesto tan feo? ¿Qué quiere decir que rompes conmigo?”.

1 de marzo de 2010

Otra de zombis


Esto es lo que pasa cuando tomas demasiado sol en el Sáhara Tinduf.

Zombis o muertos vivientes


Leo en el ABC que (¿cientos?, ¿miles?, ¿un millón?) de muertos vivientes pulularon el sábado por las calles de Madrid por algo que no me ha quedado muy claro. Y me detengo en la foto que ilustra la noticia. Allí veo a una zombi en el acto de guardarse el bono de diez viajes que acaba de pasar por el torno del Metro y pienso: "Vaya mierda de zombis".