18 de mayo de 2010

Cuento extraterrestre

Los astrónomos comparecieron ante la Comisión Económica del Sistema Espacial para dar cuenta de los gastos derivados de la búsqueda de vida exterior. Wiiikinspin y Jardegruof explicaron, durante la larga sesión de control, que tenían esperanza en que “de aquí a 120 guipirs tengamos alguna respuesta a las señales enviadas al Universo conocido”. El presidente de la Comisión, el notable Cruanddefargh, golpeó la mesa con su tentáculo. “¡120 guipirs! ¡Es inaceptable! Hace 24 fuloms que en esta misma sala dijeron que habían descubierto un planeta azul que… ¿Qué pasó con aquello?”. Jardegruof tragó saliva por sus membranas, cerró sus 32 ojos y dio un suspiro… "¡Ah! Sí, sí… Ya… Bueno, mandamos 750 señales de 60 gligliglis de duración a ese planeta. No hubo respuesta. Je, je… Pero hemos descubierto otro que…”. El presidente golpeó de nuevo la plataforma con su tentáculo... “¡Basta! El programa queda cancelado”.

A 20 años luz de allí, en aquel planeta azul, un estegosaurio del periodo Jurásico dejó de masticar hojas al notar un extraño zumbido en sus oídos que, gracias a Dios, duró poco. Unos 60 gligliglis.