7 de mayo de 2010

Dos tontos muy tontos


Joseph (católico) conoce a Rebecca (judía) en Pensilvania. Se quieren y deciden casarse. Joseph es un sinsorgo, así que se convierte al judaísmo y tienen una hija (Ela) a la que educan como judía. Pero todo cambia y un día se odian, deciden divorciarse y, de paso, hacerse daño. Joseph hace algo bien y lleva a su hija Ela a la iglesia. Rebecca consigue una orden de un juez que prohíbe al ex judío recatólico llevar a su hija a una parroquia católica. Él bautiza de extranjis a su hija y le manda a su ex las fotos de la ceremonia. Zapatiestas en los tribunales. Hace nada, un jurado sentenció que cada padre puede educar a la niña en su fe. Vamos, lo normal.

Y hasta aquí otra historia de gente que usa a sus hijos para hacerse daño