7 de agosto de 2010

"No soy la puta del hombre blanco"


 
Por algún motivo que se nos escapa, la Junta Electoral de Milwaukee (¿Milguoqui, según El País?) decidió hace unas semanas que los candidatos a un escaño en la Asamblea Estatal (regional, para entendernos) pusieran en las papeletas una frase que les definiera de no más de siete palabras (cinco en inglés). La independiente Ieshuh Griffin, de raza negra, escribió: “No soy la puta del hombre blanco”. Algarabía, gritos y zapatiestas en la Junta (todos blancos) que en votación cerradísima decidió por tres votos a dos que aquello era admisible… peeeeeeeero como la ley ordena que las decisiones electorales se aprueben por mayoría de cuatro votos, la señorita Griffin, a la que a esta hora todavía le salen espumarajos por la boca de tanto invocar la libertad de expresión, tendrá que cavilar otro eslogan.

Buena suerte.