1 de julio de 2010

Basurillas


Dos vándalos niñatos dañaron la Cruz de Juan el Bautista en la Catedral inglesa de Blackburn (Lancanshire) y fueron llevados ante un juez de menores quien les reprimió con estas palabras: “Las personas normales os considerarían una absoluta basura”. En ese momento, la secretaria de juzgado protestó ante el juez por su “lenguaje inapropiado”. La madre de uno de los lerdos se sumó a la protesta y así, entre las dos, la secretaria y la madre, han conseguido que el juez sea suspendido indefinidamente por llamar basura a los jovenzuelos. Gracias a Dios, el padre del otro mandril ha manifestado en público que está de acuerdo con el juez y que no ve problema en que se le llame basura “al estúpido de mi hijo”. Así, con el alegre final de saber que todavía queda un padre normal, cierro esta historia.