14 de julio de 2010

Canibalismo o la importancia de una buena educación católica...


Un recluso francés de la prisión de Rouen llamado Nicholas Cocaign mató a su compañero de celda a golpes, luego lo abrió en canal y trató de comerse su corazón porque quería “apoderarse de su alma”. Sin embargo, en vez del corazón, los forenses han aclarado que se confundió y se comió parte de un pulmón.

No descarten que Cocaign eligiera Ética en vez de Religión en el instituto y que hiciera novillos en clase de Biología.

En resumen, el caso de Cocaign es un ejemplo perfecto de la importancia de recibir una buena educación católica.