12 de julio de 2010

Mufasa, Simba y las hamburguesas


Mufasa, el león, subió con Simba, el cachorro de león, hasta lo alto de la colina que dominaba el valle. Allí, el rey saludó la salida del Sol y mientras dejaba que la luz bañara las tierras de su reino, contó al pequeño Simba qué era el círculo de la vida: “Todo cuanto ves, hijo mío, está conectado en un delicado equilibrio. El antílope come hierba, nosotros nos comemos al antílope, los humanos acuden al restaurante Il Vinaio en la ciudad de Mesa, en Arizona, en el que se sirven hamburguesas de carne de león mientras dure el Mundial de Sudáfrica, lo que por otra parte es perfectamente legal… y cuando los humanos mueren, se les incinera y sus cenizas son arrojadas a un jardincito y su foto sale en los obituarios de los periódicos locales. Y así, ejem, se completa el círculo… ¿Comprendes, Simba?”.

Simba se miró una garra y dijo: “Pues no”.

Mufasa suspiró y dijo: “Ya. Según lo contaba, a mí también se me hacía raro”.