27 de febrero de 2010

La aparición


Hace unos días, en una visita de respeto al cementerio, una mujer estupenda, una mujer fatal como salida de una obra de Jardiel Poncela, me chistó entre unas tumbas lejanas, me llamó “joven” y me hizo gestos con la mano para que me acercara.

Aquello me desconcertó y me dejó a medias de un avemaría que venía rezando.

La mujer, de alivio, media melena, nariz de cirujano y cuerpo de Letizia, me volvió a chistar. Me giré por si llamaba a otro, y cuando comprobé que en aquel cuartel funerario sólo estábamos ella, unos tres mil yacentes y yo, fui a su encuentro.

Saludé y me sonrió, y aunque me sonrió, vi sus lágrimas. Entonces me alargó un frasco de un carísimo perfume y me dijo que no conseguía abrirlo. Lo abrí con esfuerzo y ella lo vació sobre la tumba mientras decía: “A Eduardo le encantaba”. Y yo, tonto de mí, añadí: “Su marido tiene que oler mejores perfumes en el Cielo”. Ella suspiró sin mirarme: “Ay, no era mi marido. Y jamás se mereció el Cielo".

Una vez más, y ya van mil, recordé demasiado tarde que tengo que aprender a callarme.

26 de febrero de 2010

Cuento socialista


No supo bien cómo logró saltar en el último instante del mercante en llamas antes de que explotara la Santa Bárbara. Cayó al mar junto a un barril de agua dulce al que se asió desesperado por vivir un minuto más. Violado por la tormenta, el náufrago tardó tres días en llegar a una isla desierta. Estaba extenuado y famélico. Pero en la isla no había nada qué comer. Ni un mal coco. Robinson Crusoe, Chuck Noland y Gilligan jamás habrían sobrevivido allí. Y el náufrago, que suspendió seis veces pretecnología en quinto de básica, lo sabía. Al séptimo día, vagando por el interior de la isla, encontró una paloma metida en una jaula. Fuera, un cartel anunciaba: “Paloma mensajera”. Junto a la paloma, un lápiz y un trozo de papel invitaban a mandar un mensaje desesperado. Una hora después, el náufrago, militante socialista del pueblo de Villalamón de Caballeros desde 1985, chupó la carne del último huesecillo de la paloma, eructó y pensó: “Bueno, seguro que encuentro otra paloma mensajera”.

25 de febrero de 2010

Some restrictions may apply

"Nadie tiene derecho a arrebatar la vida de otro ser humano; absolutamente nadie”*

(José Luis Rodríguez Zapatero, 24/II/2010)

*Some restrictions may apply. Quedan excluidos de esta oferta los no nacidos y los presos políticos cubanos, así como los condenados en países de mercados emergentes o de colosos económicos asiáticos. Para penas de muerte distintas a las que se ejecutan en los Estados Unidos de América del Norte, consulte antes con un Comité de Expertos o llame a las Oficinas Centrales de la Alianza de Civilizaciones.

24 de febrero de 2010

La frase


Hace poco me contaron una historia fantástica que trata sobre un gran hombre de provincias, de esos a los que la clase acomodada de su ciudad llamaba de don. Y era un don de vasta cultura, un catedrático de apetitos moderados, con sitio fijo en misa, panteón familiar y hasta una entrada en la enciclopedia de su región.

Pero aquel hombre no estaba satisfecho. En un libro de frases y citas célebres dichas por prohombres castellanos, él no figuraba. ¿Por qué? Porque jamás había acuñado una frase original.

Y decidió dedicar los últimos años de su vida a maquinar una frase que conmoviera al mundo, y si no al mundo, sí por lo menos a una segunda edición de aquel volumen regional de citas célebres. Y el hombre emborronó muchas cuartillas hasta dar con la frase de oro.

En el trance de morir, rodeado de los suyos, con el último aliento, el buen señor dijo: “Cuando se deja de creer en Dios, enseguida se cree en cualquier cosa”. Y se fue en paz, sin saber que aquella era una estupenda frase de Chesterton.

23 de febrero de 2010

Robert Palmer ha muerto


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No puedo decir qué ocurrió, cómo fue, qué miraba... Qué neurona se volvió maníaca o qué conexión nerviosa falló, pero ayer, subido encima de la moto y parado en un semáforo de la calle Alcalá, una pregunta me vino a la cabeza y me acompañó desde entonces y hasta que regresé a casa:

¿Qué fue de Robert Palmer?

Hubo juergas legendarias en mi vida y en todas las que recuerdo (de algunas no quiero ni acordarme) había una combinación de Habana, Tabaco, Perfume, Amigos y Justerini&Brooks. Y Robert Palmer.

Así que llegué a casa y busqué...

Robert Palmer murió en 2003 de un ataque al corazón en París. Para mí, murió ayer. Estaré de luto un tiempo.

22 de febrero de 2010

Cuento de ángeles


El niño entró en el quirófano y la madre se apoyó en la pared, rendida de cansancio. Pero sólo fue un segundo. Ella miró a su marido y le dijo: “Me voy a la capilla”. Él la miró de vuelta y respondió: “Yo me voy a tomar un café”. Ocho horas después, el niño ya estaba despierto y sus padres estaban pegados a la cabecera con las ojeras hasta el suelo. El niño dijo: “¡Papá, no he tenido miedo!”. El padre sonrió y le llamó “campeón”. La madre le atusó el pelo y le contestó: “Claro, porque contigo ha estado el ángel de la guarda”. El padre carraspeó. El niño replicó: “¡Qué va, no ha estado!”. La madre pegó un respingo. El niño continuó: “El que ha estado es el abuelo Luis, y cuando el ángel de la guarda ha tratado de entrar conmigo, el abuelo Luis se ha puesto delante de él y le ha dicho, le ha dicho que, que… que no hacía falta, que ya se ocupaba él de mí”. El padre miró a al niño y a su madre, y con los ojos cuajados de lágrimas musitó: “Voy un momentito a la capilla y ahora mismo vuelvo, ¿eh?”.

19 de febrero de 2010

Caminito


Un placer mundano es el de escuchar charlas ajenas en los bares como la de un hombre de traje del señor Tucci que decía a uno de jersey de Burberrys que “¡Vamos a acabar como Argentina!”. Exageraciones. Un demócrata español no podría seguir los pasos de Perón, aquel que ordenó que se impartiera una asignatura llamada “Cultura Ciudadana” dedicada a mayor gloria de su ego y de Sonsol… ¡Evita! Pues eso, evita.

18 de febrero de 2010

White men can't jump



Estados Unidos, cuna de los mayores prodigios y de las mejores estupideces, ha alumbrado una nueva liga de baloncesto, una que quiere “recuperar el juego tradicional” y apartarse del baloncesto callejero “a cara de perro” que se juega hoy. Se llama la All-American Basketball Alliance y sólo pueden jugar jóvenes blancos estadounidenses de padres blancos estadounidenses. Una vez terminado el partido (pongamos que “Supremacistas blancos de Alabama” contra “Nación Blanca de Louisiana”) en el que no se verá ningún mate y las canastas serán a cucharón, los chicos blancos chocarán las manos, se ducharán, se tomarán una hamburguesa en el Round-The-Clock con Peggy Sue y Norma Jean, se pondrán las sábanas blancas y hala, a quemar cruces. ¿Pueden jugar judíos? Creo que de pelota.

17 de febrero de 2010

Año 2040


En una fría mañana, con la niebla enroscada en los bancales del hoyo nueve, par tres, el antiguo campeón, Eldrick Woods, conocido como “Tiger”, tomó el hierro siete de la bolsa y puso la bola en el tee. Aquella artrosis le estaba matando. Tiger miró al hoyo, a 168 yardas. La bandera flameaba con un viento de no más de seis nudos… Tiger clavó los pies junto a la bola, el grip perfecto, los hombros en línea, proyectó los brazos hacia la derecha, el top swing fue bueno… Tiger supo en el impacto, por el sonido, que aquel era un buen golpe. Hizo un finish impecable. Tiger siguió a la bola que subió, bajó, corrió por el green y cayó en el hoyo con un suspiro. ¡Eagle! Tiger sonrió. Se imaginó al volver a la Casa Club y contarlo.

¡Espera, un momento…!

Tiger se imaginó los titulares: “Tiger, insaciable, vuelve a hacer ‘hoyo en uno’. ¿Qué opina tu mujer, Woods?”. Eldrick Woods miró al cielo, bajó los hombros y apuntó en la tarjeta tres golpes en el hoyo nueve. “Even”, pensó con una mueca de disgusto.

16 de febrero de 2010

Nueva entrada en el diccionario


hortera.

(De or. inc.).

1. f. Escudilla o cazuela de palo.
2. m. En Madrid, apodo del mancebo de ciertas tiendas de mercader.
3. adj. Vulgar y de mal gusto. U. t. c. s.
4. f. Leire Pajín

15 de febrero de 2010

Flipas, Laporta


A ustedes, como a mí, que les gusta veranear en Cataluña y disfrutar de un concierto de habaneras en la playa mientras degustan una cremat… se acordarán de que la habanera más hermosa, “El meu avi” (Mi abuelo), habla de “El Catalán”, “el mejor barco de la flota de ultramar”. A mitad de la habanera, las senyeras se estremecen cuando se canta: “Visca Catalunya! Visca el Català!”. Pero la habanera elogia la gesta del capitán Deschamps, quien, al mando del mercante “Montserrat” de la Compañía Trasmediterránea, logró burlar dos veces el bloqueo naval estadounidense en Cuba en 1898. Deschamps es el único marino mercante enterrado en el Panteón de Marinos Ilustres de la Armada en San Fernando. Esto se lo cuentas a Laporta o a una clase de tercero de la ESO en un instituto catalán y flipan.

14 de febrero de 2010

San Valentín, más o menos


Hoy de madrugada me acordé de algo que leí que ocurrió en 1920. Resulta que hubo un Regimiento de Caballería, los Cazadores de Alcántara, que para salvar a una columna de españoles en Annual cargó a sable contra los moros que la hostigaban. Pero no cargó una vez, sino dos, tres, cuatro, cinco… Hasta que al final los supervivientes ya no cargaban al galope, sino al paso. Y en la última carga antes de ser aniquilados, el jefe -un Primo de Rivera- arengó a sus hombres: “Ha llegado el momento de morir por la Patria. Que cada cual cumpla con su deber”.

Pues de eso me acordé hoy de madrugada, cuando de paseo nocturno con mi perro por la playa donostiarra de La Concha, encontré a una pareja que discutía. Y él le decía a ella: “Te mereces a alguien mejor que yo”. Y ella lo negaba, pero él repetía: “Te mereces a alguien mejor…”. Y aquello duró más de un cuarto de hora, hasta que desde la lejanía, pude oír cómo ella, marchándose, le gritaba: “Eres un cobarde”. Y podría jurar, aunque no lo haré, que hoy de madrugada, en formación sobre la arena de La Concha, el Regimiento de Cazadores de Alcántara asintió con la cabeza.

Moraleja



Colin Powell, el general negro y republicano… Todos vimos cuando el secretario de Estado del primer mandato de Bush presentaba un frasquito con ántrax en la ONU y las pruebas de que Sadam debía ser destruido. Al final de ese primer mandato, Bush le pidió la renuncia y le sustituyó por la negra republicana Condoleezza Rice. A continuación: cuatro años de hablar mal de Bush y una nota de prensa en la que apoyaba a Obama. Y el demócrata, que es de natural generoso (en campaña), dijo que Powell estaba llamado a ocupar un puesto de relevancia en su Gabinete. Estamos en 2010 y de eso no hay nada. Moraleja: no hables mal de tu ex (jefe).

12 de febrero de 2010

A ver si palmas, compañero



“Debemos tener presente que moriremos e intentar vivir de tal manera que nuestra muerte no proporcione placer al mundo”. Esa frase, o una muy parecida, la dijo John Steinbeck, el mejor cronista de la América profunda –“Las uvas de la ira”- (con permiso de Harper Lee –“Matar a un ruiseñor”-, Capote –“A sangre fría”- y a miles de millas de Salinger – “El guardián entre el centeno”-). Pues de la advertencia de Steinbeck me acordé el otro día, cuando leí un sesudo análisis de un catedrático de Harvard en el que concluía que los cambios en Cuba sólo llegarán (y en todo caso) después de la muerte de Fidel Castro.

11 de febrero de 2010

Un suceso oculto


Doy fe de un suceso ocultado por la Policía para no causar alarma. El pasado martes, un joven que deambulaba por una perpendicular a la Rambla se encontró con una mochila abandonada. El joven, de natural curioso, la abrió y halló las obras completas de Saramago. En un gesto heroico, el joven se abalanzó sobre la mochila y la cubrió con su cuerpo mientras gritaba: ¡Atrás, atrás todo el mundo! El miércoles, los restos mortales de ese ciudadano ejemplar fueron inhumados en una ceremonia discreta en la Tumba de Héroes de Montjuïc. El Gobierno de la Generalitat, de tapadillo (por lo de la alarma social), le ha concedido la medalla de San Jordi de primera clase con distintivo catadióptrico e intermitente.

Hugo Chávez regulará por ley la obligación de escucharle


El presidente de la República Bobalico... Bolivariana de Venezuela, el golpista Hugo Chávez, se ha sentido “enormemente defraudado” al saber que apenas una décima parte de la población, según los datos más manipulados, siguió su nuevo programa radiofónico “De repente… Chávez” que todas las cadenas deben emitir, tanto si quieren, como si no. Por lo tanto, el presidente ha ordenado a su ministro de Justicia que se regule por ley la obligación de todo venezolano “de escucharme, carajo, ¿o es que tienen algo mejor que hacer? ¡Regúlese, ministro!”.
El ministro de Justicia, tras alzarse desde una posición genuflexa muy poco elegante, ha asegurado que sí.
Con estas y otras medidas, el simio ahonda en el proceso democrático revolucionario que, a buen seguro, conducirá a Venezuela al progreso y al bienestar de sus ciudadanos que ya disfrutan otros países revolucionarios como Cuba. Una de estas medidas, la del cierre (otra vez) de Radio Caracas Televisión Internacional y otros cinco canales por ser críticos con el Gobierno a buen seguro reforzará la pluralidad de la Republica. O algo así.
Por otra parte, ha causado profunda alegría la decisión del presidente de cortar durante cuatro horas al día el suministro de electricidad. Como ha señalado un anónimo ciudadano, "esas cuatro horas sin luz es imposible poner la televisión o la radio y escuchar a Chávez, y eso vale muchísimo, qué tranquilidad, ¡ojalá fueran 22 horas!, ¡qué 22! ¡24 horas!".

(Sardinia Corral / La Gallina Ilustrada)

Cuento alucinante



Lo que se proponía, lo lograba: la ingeniería más difícil, el doctorado más exigente y un sudoku imposible. Aprendió seis idiomas, árabe clásico y japonés incluidos. En un viaje a Brujas dominó el encaje de bolillos. Para él, el Everest era ya como una excursión por Navacerrada. A los 24 años fue a Boston con un dólar y acabó como piloto de pruebas de la Nasa. Un día le dijo a su mujer, una bellísima doctora en Astrofísica, que quería tocar la guitarra eléctrica. Entonces compró una Fender Stratocaster afinada por Van Halen, abrió el manual y rasgueó un “fa”. Le salió un sonido a gato agónico que le sobrecogió. Un mes más tarde, su mujer le suplicó que lo dejara. “Los vecinos amenazan con lincharte”. Enajenado por el fracaso, tomó la Fender y la arrojó por la ventana. “¡Estás loco! ¡Vivimos en un noveno!”. A 9,8 metros por segundo, la guitarra alcanzó los 180 kilómetros por hora en el momento en el que reventó la cabeza del más sanguinario y buscado de todos los pistoleros etarras.