20 de abril de 2010

Del coma del sec. gral. de los nacionalistas y de lo que le pasó al despertar


En la recepción de Urgencias del Hospital de la Bellvitge de la Bisbal se agolpaba la ejecutiva de los nacionalistas. “¿Qué tal está? No sabemos nada, su mujer está con los médicos. ¿Cómo ha sido? Ha dado dos vueltas de campana y no llevaba el cinturón… Está en coma”. Seis meses más tarde, cuando ya no quedaba nadie en la recepción, el secretario general despertó del coma. Su mujer prohibió las visitas: “Joan tiene que descansar, y ahora tiene la rehabilitación, que será larga…”. Año y medio después, nadie sabía nada… Al fin, el vicesecretario logró quedar en la cafetería con la mujer. Estaba muy delgada, descuidada, triste… “Apolonia, ¿qué es lo que pasa?”. La mujer sollozó. “Ay, Josep. ¡Ay! Es Joan…”. El vicesecretario se echó para atrás: “¿Se ha quedado mal, Apolonia? Di”. Apolonia suspiró y se le crisparon las manos… “No, no… Joan está bien. Lo que pasa… ¡Lo que pasa es que algo ocurrió en su cerebro durante el coma… y ahora sólo sabe hablar en castellano! ¡Y con acento de Madrid!”.