30 de abril de 2010

Por qué necesito que el Atleti gane un título

De las cuarenta o cincuenta decisiones que he tomado en la vida, la menos importante (pero una de las más entretenidas) ha sido la de educar a mis hijos en la pasión de ser del Atleti.

Si alguien creyera que ese magisterio es fácil, se equivocaría. Todos los días, mis hijos van a un colegio a la sombra del Bernabéu en el que, tirando por lo bajo, el 97,3 por ciento de sus compañeros y amigos son madridistas. Además, en una horrible pirueta generacional, he tenido que hacer frente al “desastre” pedagógico que supone iluminar a mis hijos en la fe atlética en los tiempos de Messi.

Pero todo lo anterior no supondrá amenaza alguna si este año ganamos un título. Tenemos dos oportunidades de ir a Neptuno y da igual si en una u otra, o en las dos, lo que sé es que cuando mis hijos estén allí y vean y oigan lo que verán y oirán, ya siempre serán del Atleti.

Y mi trabajo habrá acabado.