8 de marzo de 2010

¿A cuánto el kilo de marfil?



Una abogada negra de Harvard acaba de sacar un libro en el que aboga por las siempre complicadas relaciones interraciales con argumentos variopintos. Uno de ellos me ha dejado hablando solo. Resulta que en las grandes ciudades yanquis la proporción de mujeres negras con estudios superiores es de tres a uno con respecto a los varones negros. ¿La conclusión? La oferta de varones negros educados no cubre la demanda y hay que considerar otras opciones como… los varones blancos. Les prometo que no sé cómo tomármelo.