4 de marzo de 2010

Pajaritas de papel


Francisco Cambó, aquel político conservador, tenía la costumbre de pasarse las horas en el Congreso fabricando pajaritas de papel que luego dejaba abandonadas en la bancada. Los cronistas parlamentarios, en demostración de que también trabajan poco (salvo Ignacio Peyró y un par más), en vez de afearle la afición al diletante colombófilo, organizaron un campeonato en presencia de Cambó. Al día siguiente, el abuelo del convergente Ignasi Guardans se presentó con una pajarita microscópica que sólo se veía con lupa y sentenció: “A mí no me vence un periodista”.

A lo que iba desde el principio: el otro día, Bono se reunió con muchos, decenas, cientos de prebostes periodísticos y les pidió que rebajaran las críticas sobre el asunto de lo que cobran/lo que trabajan/lo que merecen los diputados. "Hasta les insultan por la calle", dicen que dijo.

Comentario editorial: Pues qué suerte que sólo les insulten.